La historia de nuestros pacientes
Éstas entrevistas han sido realizadas por Lorena Hernández De Los Reyes, Ingrid Homs Astasio, Cristina Jiménez Céspedes, Laura Luna Toledano y Ana Isabel Martínez López como parte de su trabajo sobre «Drogadicción e Historias de Vida» para su grado de Educación Social en la Universidad de Granada. Agradecemos su labor y que hayan decidido contar con Tibbon para su realización.
¿Cuándo empezaste a consumir?
Yo empecé a consumir muy jovencita alcohol con 15 o por ahí y además me sentaba fatal, me ponía malísima. Con 15 años y además empecé a tomar habitualmente los fines de semana. Esperé a los 18 para probar las drogas ilegales. A los 18 empecé a tomar cocaína, y en la facultad ya probé de todo y en los últimos años de mi consumo empecé a fumar porros para dormir. Así que casi que lo he tocado todo.
Pero, ¿las drogas que más consumías cuáles eran?
Cocaína y alcohol.
¿El motivo por el que empezaste fue por experimentar o no lo sabes?
Mira. Sinceramente no me acuerdo, era muy joven. Yo creo que lo hacía porque lo hacía todo el mundo. Era la gracia del fin de semana. Que en mi grupo de amigos quedábamos y lo que hacían era comprar alcohol o a ver quién lo podía conseguir, no sé, es lo que recuerdo. Luego pues lo continué haciendo porque me partía de risa al principio claro, por experimentar. Una vez que me había abierto al consumo era como que mucha apología del consumo, como que había que probarlo todo. Había que consumir de todo y era el centro de las salidas la verdad, las drogas.
Entonces no te pasó nada en especial para comenzar el consumo
Es que como fueron tantos años, a veces… uno en concreto no, yo creo que muchas cosas. Muchas cosas sí, pero sobre todo que para mi eran como la puerta a la diversión. Había llevado una vida con muchas dificultades, me costaba mucho estar en casa, me eché muy pronto a la calle. Empezamos a salir todos mi hermanos muy jovencitos para no estar en casa porque había problemas y la forma de estar en la calle pues era estar en los bares. En mi época, no había mucha gente con la que me juntaba y así fue como empecé entonces.
¿Por evadirte un poco no?
Sí, por evadirme, sí.
Vale, ¿y los motivos que te impulsaron para dejar ese consumo cuales fueron?, el punto de inflexión en el que dijiste ya no quiero más…
No fui yo, fue la gente de mi alrededor. Yo ya era muy infeliz. Tenía todo en la vida. Tenía un trabajo que me gustaba una pareja, amigos, familia, aficiones que me gustaban, pero todo, todo, todo era un horror para mi. O sea lo vivía con un sufrimiento extremo y ese sufrimiento hacía que yo llegara a golpearme del cabreo que tenía. Estaba muy frustrada, muy impotente, muy infeliz y me cabreaba por muchas cosas. Perdía los nervios muy rápido porque tenía los nervios disparados y luego tenía comportamientos muy feos. Ya con la gente ya no me callaba nada, discutía en público, tenía comportamientos incluso agresivos. En el trabajo se me notaba. Se me notaba que iba muy acelerada, que algunos estudiantes lo ponían en sus críticas. Yo le podía haber dado 7 vueltas al campo de fútbol antes de ir a clase pero seguía trabajando. Pero creo que el detonante fue un fin de semana que discutí con mi marido y me bajé del coche y empecé a pegarle patadas a la puerta del coche y llamé a una de mis hermanas y no podía parar de insultarla hablando. Tenía una verborrea horrorosa, entonces hablaba mucho y contra todo. Tenía mucha ira y mi familia decidió ingresarme…
Bueno ahora estas en Tibbon trabajando de terapeuta ¿no?
Sí.
¿Y como te sientes ahora que estás trabajando aquí y puedes aportar a los pacientes algo?..
Este tratamiento me ha cambiado la vida, porque si no llego a hacerlo hubiera pasado por un psiquiátrico. No me quedaba mucho más recorrido porque la verdad que ya como he comentado era un infierno diario mi vida. Si no hubiera hecho este tratamiento no estaría aquí. Cuando me dieron la oportunidad de poder ayudar desde el otro lado pues me gustó mucho. Es un poco didáctico también como mi carrera de profesora y ese aprendizaje lo quiero transmitir, cómo yo lo he vivido, cómo lo he hecho y cómo a mi me ha funcionado que es sobre todo lo que intento. Lo que intento ayudar a la gente que llega. Mi experiencia básicamente.
¿Y cuanto llevas sin consumir?
Pues 4 años y unos meses.
Alguna meta o algo que por las drogas y tal no hayas podido cumplir.
Yo quería tener familia numerosa y no la tengo. Pero vamos ahora tengo muchos en la sala. Pero la verdad que no. Yo de pequeña quería ser profesora y ese sueño lo cumplí. Me habría gustado tener una bonita voz que no la tengo, me habría gustado cantar, porque me gusta mucho la música también. La familia quizás lo que más. El haber tenido más hijos y ya está. Luego la vida te pone otras circunstancias a parte de esto que te hace difícil si quieres adoptar si no quieres adoptar pero ya no las he hecho.
¿Cuándo empezaste a consumir?
Empecé a consumir cannabis con 15 años. Mi primer porro que me fumé pues fue yo creo que como todos, ¿no? Por los amigos. Me dieron a probar y lo probé. Pero realmente yo ya seguí consumiendo solo porque para mi era una manera de evadirme de la realidad y como tampoco era adaptado socialmente y mis hermanos eran muy mayores y siempre me estaban regañando y siempre me estaba peleando con mi madre pues era una manera de evadirme. La verdad que fue probar el cannabis con 15 años y me hice adicto a los pocos meses. A los pocos meses ya estaba consumiendo a diario.
¿Cuánto tiempo estuviste consumiendo?
Con 15 años empecé con el THC y el alcohol, también luego a los 18 años probé la cocaína y bueno he estado consumiendo hasta el año pasado que tenía 32 años; media vida.
¿Qué sucesos te llevaron a consumir?
Uf, ahí podría escribir un libro prácticamente. Desde la violencia, te cabreas con la familia. Luego por ejemplo el tema de los estudios pues cuando empecé a consumir ya THC, abandoné los estudios académicos. En el trabajo por ejemplo problemas, porque obviamente no te concentras, eres muy irresponsable, solamente estás pensando en consumir, no estás pendiente a lo que tienes que hacer, traes problemas al que está trabajando contigo y bueno un caos. Problemas de todo tipo. Los estudios al dejarlos, trae eso una irresponsabilidad, trae de todo, de todo que no es bueno.
¿Qué motivos te impulsaron a dejar de consumir?
Mi vida era un infierno, era un infierno ya en todos los aspectos. A nivel familiar, mi relación con la familia era ya imposible. A nivel de parejas, por ejemplo, todas las parejas con las que yo había estado había tenido unos problemas enormes. El trabajo ya, pues prácticamente me había quedado sin trabajo. Y bueno, una sensación de malestar diaria, una sensación de ganas de morirte, de esta vida no tiene sentido y sobre todo, que ya lo que me llevó fue que hubo un momento en que ninguna droga conseguía quitarme esa sensación de querer morirte. Porque las drogas obviamente te dan muchos problemas pero vas tapando, vas tapando hasta que llega un momento que en tu vida hay tanta mierda, que eso ya no hay manera de taparlo. Entonces ya ahí fue cuando decidí ponerme en tratamiento.
¿Viniste por ti mismo?
Sí, vine por mí mismo.
¿Este es el primer centro en el que has estado?
No, yo antes de éste estuve en Proyecto Hombre, pero estuve un poco más por presión familiar. Pero la verdad no fue un tratamiento que a mi me hiciera ningún efecto puesto que no se hablaba por ejemplo del consumo, se hablaba más bien de la familia, de los daños colaterales. Pero no se centraba en decir cómo el consumo afecta a tu vida. Lo veía muy disperso, entonces después de abandonar Proyecto Hombre, de pedir mi alta voluntaria, seguí consumiendo varios meses, seguí destruyendo mi vida. Pero yo creo que ya destruí mi vida hasta que ya conseguí el límite y ya fue cuando busqué este centro. Aquí vine un lunes y el martes me ingresaron en un centro de Málaga, un centro de desintoxicación durante tres meses y luego después de los tres meses vine aquí y seguí haciendo mi tratamiento ambulatorio.
¿Cuánto tiempo llevas entonces aquí desde que viniste al centro?
Bueno, llevo 8 meses. En total llevo 11 meses de tratamiento.
Y ¿cómo lo estás llevando? ¿Te está resultando difícil? ¿Era lo que tú pensabas?
Los primeros meses, bueno, la verdad que es que yo cuando empecé el tratamiento sabía que esto era complicado. Que esto no era dejar las drogas, porque las drogas es lo que es la punta del iceberg. Aquí el caso es cambiar tu comportamiento y tus actitudes que son lo que te llevan a consumir, osea si no cambias eso, tarde o temprano vas a volver a consumir. Entonces yo cuando empecé este tratamiento, realmente sabía que mi vida era muy difícil, había que tirarla abajo y empezar a construir un edificio de nuevo, y eso pues a cualquiera que le digas eso pues se caga de miedo. Y la verdad que los primeros 6-7 meses fueron difíciles. Tú piensa que la droga para ti ha sido el amor de tu vida. Ha sido tu compañera, ha sido tu bastón donde te has apoyado siempre y que de repente que eso te lo quiten, pues te ves impotente, te ves incapaz, te sientes raro y la verdad que muy duro. He seguido haciendo las cosas tal y como me lo han dicho. Llevo muy poco realmente, la verdad que para el tratamiento para lo que dura es poco, pero es verdad que llega un momento en el que te empiezas a amoldar a lo que hay y tu realidad empieza a cambiar. Ves que tu relación con la familia es diferente, que tú te empiezas a ver a ti mismo de manera diferente que las sensaciones que tienes.
¿Has tenido el apoyo de tu familia y eso durante este proceso?
Sí, la verdad que mi familia me ha apoyado incondicionalmente en todo momento. Allí por ejemplo en Málaga, cuando yo me fuí a ingresar yo llamé a mi padre y le digo mira que he encontrado una clínica y al siguiente día ingreso. No le dije nada más. Yo trabajaba con él y le dije mira dejo el trabajo, dejo todo y la verdad que me han ayudado económicamente porque este tratamiento pues vale un dinero. Pero también me han ayudado mucho emocionalmente, siempre han estado ahí para apoyarme, han hecho las cosas como ellos han dicho. No han sido una familia que se ha entrometido. Directamente han tenido el contacto conmigo que han tenido que tener y me han apoyado mucho y siguen haciéndolo.
¿Cuándo recuerdas tu que empezaste a iniciar la droga en tu consumo?
Pff.. Eso… Consumo como cualquiera. Las primeras cervezas con trece catorce años.
¿Y abusar un poco del tema?
Pues no se. Vamos a pensar que desde los catorce hasta los veinte más o menos un consumo normal lineal y empezó a subir ya a partir de veinticinco que empecé a trabajar. Se disparó.
¿Era alcohol o más sustancias?
Yo soy politoxicómano. Empecé con alcohol, luego con los canutos, luego con la cocaína y al final ya en la última etapa crack.
¿Tú crees que tu inicio en el consumo se debió a algo concreto o a dejarte llevar por la sociedad?
Yo empecé a consumir por sentirme partícipe de lo que hacía con el resto de la gente. Cuando empecé a consumir eso eran muchas cosas, entonces claro empecé a abusar. Hay una enfermedad que se llama adicción. Hay una predisposición en cuanto mi cerebro entra en contacto con eso. Yo lo noto y noto cómo mi conducta en cuanto mi cerebro entró en contacto con eso cambió mi forma de ser, mi forma de relacionarme con el mundo, con las cosas y eso ha ido cambiando y acentuándose hasta el final.
¿Y cuando dijiste tú hasta aquí?
Ha habido varias veces. Bueno yo empecé a sufrir con la drogadicción bien pronto con veintisiete veintiocho años. Yo ya le tenía muchísimo morbo y vivía en un constante sufrimiento, yo me levantaba por la mañana y me quería morir. Yo hice otro tratamiento que no duré ni un año o un año justo más o menos. Eso fue a los 28 y de los 29 hasta los 40 fue lo realmente heavy. Ahí me han pasado varias cosas, he vivido en la calle, ha sido serio.
¿Viviste en la calle a raíz de eso?
Yo me fui a Suiza y me arruiné. Yo tenía bastante dinero. Trabajé con bancos y tal y empecé a consumir un volumen muy alto y me arruiné. Me vine aquí unos meses y luego me volví otra vez a Suiza. En Suiza por lo que he comentado mi personalidad empezó hacerse de rogar. Me volví ocupa, dormí en casas ocupa, me metí en rollos muy raros y me quedé tirado en la calle. Tenía que vivir en los cajeros. Así estuve como un año y medio o dos años.
¿Y cómo saliste de la calle?
Llamé por teléfono y me compraron un billete de avión. Me encerraron a dormir en una casa porque ahí también era un momento en el que yo consumía pastillas. Fue complicado, fue complicado la verdad.
¿Te dieron la oportunidad no?
Eso fue mi madre. Mi hermano me compro el billete y mi madre me metió en una casa. Claro que me ayudaron. Era difícil de apoyar. Mi perfil era bastante agresivo, no era fácil de tratar.
¿Y cuanto tiempo llevas aquí en Tibbon?
Dos años y medio, un poquillo más.
¿Como lo estas llevando el proceso?
Lo llevo bien, esto lo digo mucho en el grupo. Esto no es difícil, es duro. Te aíslan para protegerte de ti mismo y estás el primer año cambiando mucho tus estados internos, haciendo apoyo del grupo, cuatro meses con terapia de día enfrentándote a ti mismo. Yo lo llevo muy bien la verdad. Ahora sé que no me gustaba lo que hacía, intentando cambiar de vida, estoy empezando otra vez, buscando donde poner el huevo.
¿Qué crees que te ha ofrecido este centro en diferencia de el otro centro? Sin quitarle importancia.
Yo se quien soy desde que estoy aquí, ellos me han enseñado a descubrirme a mí.
84% de pacientes dados en alta sin recaídas
Valores
Cercanía
Honradez y honestidad
Disponibilidad para el paciente
Trabajo en equipo
Mejora continua
Profesionalidad