Apostamos por el ejercicio físico...
En el Centro se recomienda la práctica regular de actividades físicas y deportivas como parte fundamental del tratamiento y la rehabilitación de personas con problemas de adicción. El ejercicio físico está científicamente
comprobado que aporta numerosos beneficios para la salud física y mental, incluyendo la mejora del estado de ánimo y la reducción de síntomas de ansiedad, estrés y depresión.
La actividad física regular tiene efectos positivos en diversos sistemas del organismo, como el cardiovascular, musculoesquelético y el sistema nervioso central. Por estas razones, incorporar el ejercicio en la rutina diaria es una estrategia imprescindible en el proceso de recuperación. A cada paciente se le recomendará la disciplina deportiva que mejor se ajuste a sus intereses y condiciones, para su rutina diaria.
Además de los beneficios para la salud, la actividad física resulta amena, divertida y motivadora, lo que favorece la adherencia al tratamiento y mejora la calidad de vida de quienes la practican.
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...y el ejercicio mental para una total recuperación
Periódicamente, el Centro ofrece talleres psicoeducativos diseñados para que los pacientes comprendan mejor la naturaleza de la adicción y fortalezcan su conciencia sobre la enfermedad. Estos talleres incluyen también el desarrollo de habilidades sociales y la enseñanza de técnicas efectivas para la prevención de recaídas.
Asimismo, es fundamental que los pacientes aprendan y practiquen técnicas de relajación basadas en el control de la respiración, como el Mindfulness o el Yoga, las cuales resultan sumamente valiosas dentro del proceso de rehabilitación.
Pasos en el tratamiento
1: Desintoxicación
Se lleva a cabo bajo una estrecha supervisión y en relación constante con el equipo médico. En esta fase y de forma temporal, el paciente puede recibir medicación de apoyo para evitar que aparezca el síndrome de abstinencia.
2: Deshabituación
Implica romper el aspecto comportamental del consumo y cambiar las circunstancias ambientales y personales que contribuyen al mismo. El cambio conductual consiste en la erradicación de hábitos nocivos relacionados con el consumo de sustancias y sustitución por otros, ajenos a situaciones que conlleven riesgo, en evitación de estímulos condicionados.
3: Rehabilitación
Para alcanzar los objetivos terapéuticos es imprescindible la implicación del entorno familiar, se sustenta en los grupos de apoyo individuales y/o grupales y grupos de discusión terapéutica. Persigue el desarrollo de habilidades y estrategias que permitan al paciente recuperar capacidades personales desestructuradas como consecuencia del consumo.
4: Reinserción
El proceso termina con la capacitación del paciente, de modo que pueda aprovechar las mismas oportunidades que cualquier persona de su grupo de pertenencia. El paciente se incorpora plenamente a su entorno familiar, laboral y social.