El Flumazenil es un fármaco que se utiliza por profesionales de la medicina con el objetivo de ser antídoto de benzodiacepinas. Cada vez es más frecuente encontrarse con una intoxicación por benzodiacepinas, puesto que también ha aumentado su abuso en los últimos años. Se usa solo y exclusivamente en casos extremos y siempre con autorización de profesionales médicos y con experiencia, en este artículo te explicamos lo que debes saber al respecto.
Sobredosis de benzodiacepinas
Los antidepresivos, relajantes y demás variantes de este tipo de medicamentos son consumidos a diarios por un gran porcentaje de la población. Éstos ejercen su principal efecto tóxico en el sistema nervioso central, produciéndole una reducción de sus funciones.
Una dosis tóxica de depende del tipo de medicamento del que se trate, aunque para los de larga duración es necesario una dosis alta, y viceversa. Sin embargo, el proceso por el cual pasan los enfermos por una sobredosis de benzodiacepinas es el mismo. Se produce una disminución progresiva de la conciencia, que se traduce en:
- Somnolencia
- Obnubilación
- Estupor
- Coma
Las complicaciones por este tipo de intoxicación se pueden encontrar sobre todo en el sistema respiratorio (broncoaspiración y neumonía secundaria). No tienen efectos tóxicos en otros órganos y sistemas. El daño sufrido en el sistema nervioso central es reversible y no deja secuelas, a menos que se haya producido un episodio de hipoxia severa o prolongada.
¿Cómo funciona el Flumazenil?
En el momento en el que se produce la intoxicación por benzodiacepinas, se presenta una depresión respiratoria importante que requiere de una intubación endotraqueal y de la ventilación artificial. Las personas que sufren estos síntomas son las candidatas al antídoto, aunque antes de aplicarlo se pueden llevar a cabo otras medidas como un lavado gástrico. En cualquier caso, es necesaria la opinión de expertos sanitarios antes de suministrarlo.
Este fármaco actúa como inhibidor competitivo de los receptores del sistema nervioso central para las benzodiacepinas. La cantidad suministrada aumenta a medida que lo hace la gravedad del paciente, y claramente depende de la situación de éste. La dosis suele ser de 0,5 mg para mejorar el nivel de conciencia del paciente, remitir la hipotonía (caída de la lengua hacia atrás) y la misma depresión respiratoria.
El efecto secundario que más se ha observado ha sido la agitación. En algunos casos esta agitación puede ser muy intensa, y por ello se obliga a suspender el tratamiento. Otros efectos secundarios que se observan en menor medida son:
- Dolor de cabeza
- Náuseas y vómitos
- Visión borrosa
- Aumento del sudor
En pacientes con adicción a las benzodiacepinas se han descrito crisis epilépticas y síndromes de abstinencia.
¿Qué hacer en caso de sobredosis de benzodiacepinas?
Si en algún momento te encuentras con un caso de intoxicación de este tipo de medicamentos, lo importante es que llames a emergencias. Es necesario la asistencia médica especializada para estabilizar al paciente. Los síntomas de una intoxicación se relacionan con hipotensión, hipertensión y dificultad respiratoria.
Una vez asistida la ayuda de los especialistas, es necesario ofrecer cierta información sobre el paciente para evitar riesgos si se le suministra el antídoto. Estos son:
- Convulsiones y epilepsia (en especial los casos en los que se se tratan estas enfermedades con otros fármacos).
- Medicación
- Historial de adicción a las drogas
- Historial de heridas en la cabeza
- Trastornos de ansiedad o pánico
- Dificultades o enfermedades respiratorias
- Dificultades o enfermedades del hígado
- Embarazo
Es muy probable que tanto los efectos secundarios como su intensidad, cambien de un paciente a otro. La solución para evitar estas situaciones es superar la adicción a los ansiolíticos, hipnóticos y sedantes. Con la ayuda de profesionales y la suficiente fuerza de voluntad, es posible.
Ayuda
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Acerca del autor/a
Beatriz Cano Sánchez Psicóloga e integradora social Beatriz es Graduada en Psicología por la Universidad de Granada, además, complementando su formación, Beatriz también ha cursado estudios de Integración Social. Esta formación le ha dotado de las habilidades necesarias para promover la inclusión y promover el bienestar de personas en situaciones de vulnerabilidad. Actualmente, Beatriz se prepara para iniciar el Máster en Psicología General Sanitaria. Asimismo, Beatriz ha realizado diversos cursos complementarios que enriquecen su práctica profesional, entre estos destacan los enfocados al tratamiento y prevención del suicidio y el Trastorno Límite de la Personalidad.