El alcohol es una de las drogas que más se consume en nuestro país junto con el tabaco. Su consumo está muy extendido en nuestra sociedad y sus peligros se obvian entre los consumidores. Hay muchas concepciones sociales que rodean el alcohol, que de ellas pocas son ciertas. En este post, vamos a desmentir algunos de los mitos sobre el alcoholismo más arraigados.
Mitos sobre el alcoholismo
1# El alcohol es bueno para la salud y la digestión
No es cierto que el alcohol sea bueno para la salud. La ingesta de grandes cantidades de alcohol está relacionada con multitud de enfermedades desarrolladas a largo plazo como la cirrosis, hígado graso, problemas cardiovasculares y riesgo de cáncer.
Pero que el consumo de alcohol sea en dosis bajas, no significa que este riesgo se elimine. El riesgo existe siempre, con cualquier volumen de ingesta, pero es cierto que a mayor volumen y mayor prolongación en el tiempo, el riesgo de padecer las enfermedades más graves es mayor.
También existe la falsa creencia de que el alcohol es bueno para la digestión, pero lo cierto es que el consumo de alcohol tanto agudo como crónico puede provocar gastritis. Además el consumo crónico puede dañar el tubo digestivo y tener problemas de alimentación, ya que este problema produce falta de apetito.
2# El alcohol no es una droga
Esto es totalmente falso. El consumo de alcohol en nuestra sociedad está tan arraigado que se suele pensar que no es algo peligroso y que mucho más es una droga, pero nada más lejos de la realidad. Toda sustancia capaz de provocar alteraciones en el individuo, es considerada como droga según la OMS.
3# Mejora las relaciones sociales
Es cierto que el alcohol tiene propiedades desinhibidoras que hacen que quien la consume pierda ciertos miedos o sea más sociable cuando se encuentra bajo los efectos de la sustancia, pero esto termina cuando sus efectos desaparecen. No mejora la capacidad de relacionarse con las personas de una forma permanente. De hecho, los problemas derivados por el consumo pueden llegar a deteriorar el círculo social.
4# El consumo de fin de semana no es problemático
No es necesario beber diariamente para correr el riesgo de desarrollar problemas de alcoholismo. El consumo social de alcohol en grandes cantidades en ambientes de ocio, lo que conocemos como bebedores sociales, tiene el mismo riesgo de desarrollar una adicción o enfermedades relacionadas con el alcohol que una persona que bebe diariamente.
5# Aumenta el rendimiento
Se cree que el alcohol tranquiliza y produce una sensación de bienestar, y por tanto puede mejorar el rendimiento laboral, educativo o intelectual. Pero a medio-largo plazo, el alcohol acaba deteriorando las funciones cognitivas cuando se desarrolla dependencia hacia las sustancias. Además, produce un deterioro físico, afecta a los reflejos y deteriora la función motora-.
6# Afecta a todos por igual
Existen personas que son más propensas a desarrollar un problema de alcoholismo, por lo que no afecta siempre a todos por igual. Hay una predisposición genética a poder desarrollar un problema de alcoholismo, pero también puede ser más peligroso por cuestiones raciales o incluso de sexo. También estos factores inciden en la enfermedad que se pueda derivar del consumo, ya que bajo las mismas cantidades consumidas, se pueden desarrollar diferentes enfermedades dependiendo de la persona.
7# Ayuda a entrar en calor
No es cierto que el alcohol ayude a entrar en calor, de hecho, produce una falsa sensación de calor. El alcohol es vasodilatador y lo que ocurre es que se pierde el calor por la piel. Por eso sentimos más calor. Además, existe mucho riesgo de que una persona sufra hipotermia estando bajo los efectos del alcohol si por ejemplo se queda dormido en la calle.
8# Ayuda a conciliar el sueño
El alcohol no ayuda a dormir, sino que lo que se sufre es una pérdida de conciencia. Además, el alcohol hace que el sueño no sea continuo y de baja calidad, por lo que en realidad se descansa menos cuando una persona se encuentra bajo los efectos el alcohol.
9# No pasa nada por tomar alcohol durante el embarazo y la lactancia
No es cierto que el alcohol sea inofensivo durante el embarazo. Incluso en una pequeña cantidad, el alcohol puede provocar daños muy graves en el feto, como malformaciones.
Demás, de esto, el alcohol puede dificultar la secreción láctea, por lo que es recomendable no consumir ni una gota de alcohol durante el periodo de lactancia.
10# Soy mayor para tener problemas
Los problemas de alcoholismo afectan independientemente de la edad del individuo. Se suele pensar que a edades avanzadas ya no hay riesgo de sufrir una adicción, y que son cosas que le ocurren a la gente joven.
La verdad es que a medida que la edad avanza, la sensibilidad al alcohol disminuye o incluso sus efectos pueden aumentar si se toma otro tipo de medicación, algo común en personas mayores.
Tratamiento para el alcoholismo
Si crees que puedes tener un problema relacionado con el alcohol, recurre a ayuda especializada para evitar sufrir sus peores consecuencias. El consumo de alcohol no debe tomarse a la ligera, y es importante estar atento a las señales para saber si una persona puede ser alcohólica para poder ofrecerle la ayuda que necesita a tiempo.
En Tibbon podemos ayudarte a superar tus problemas de alcoholismo. Contamos con los mejores expertos en el tratamiento de adicciones que te ayudarán a reconducir tu vida y a vivir lejos del consumo de sustancias.
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Acerca del autor/a
Beatriz Cano Sánchez Psicóloga e integradora social Beatriz es Graduada en Psicología por la Universidad de Granada, además, complementando su formación, Beatriz también ha cursado estudios de Integración Social. Esta formación le ha dotado de las habilidades necesarias para promover la inclusión y promover el bienestar de personas en situaciones de vulnerabilidad. Actualmente, Beatriz se prepara para iniciar el Máster en Psicología General Sanitaria. Asimismo, Beatriz ha realizado diversos cursos complementarios que enriquecen su práctica profesional, entre estos destacan los enfocados al tratamiento y prevención del suicidio y el Trastorno Límite de la Personalidad.