¿Qué sucede cuando una persona no sólo se enfrenta a una adicción, sino que además convive con un trastorno mental al mismo tiempo? Este fenómeno, conocido como patología dual, describe la coexistencia y la interacción entre ambas condiciones. En España, los datos más recientes indican que entre el 50% y el 75% de las personas con un trastorno por uso de sustancias también presentan otro trastorno mental asociado.
A pesar de su alta frecuencia, el trastorno dual sigue siendo un campo poco comprendido y subtratado en muchos contextos, ¿cómo se aborda eficazmente esta realidad?
¿Qué es la Patología Dual?
Definición de patología dual: adicción y trastornos mentales
La patología dual se refiere a la presencia simultánea de un trastorno por uso de sustancias (adicción) y otro trastorno mental, como la depresión, el trastorno bipolar, la esquizofrenia, entre otros. Este concepto clínico tiene una prevalencia significativamente alta y es mucho más común de lo que suele creerse en la población general.
La relación entre los trastornos psiquiátricos y los trastornos por uso de sustancias es compleja, ya que ambos interactúan de forma bidireccional. Esto significa que:
- Los trastornos mentales pueden conducir al consumo de drogas: Una persona con un trastorno mental puede recurrir al consumo de sustancias en un intento de aliviar sus síntomas, aunque a largo plazo este consumo los empeorará.
- El consumo de sustancias pueden desencadenar o empeorar problemas de salud mental.
Si hablamos de las diferencias entre el trastorno dual y otros trastornos mentales, la principal diferencia radica en esta interacción bidireccional que existe entre las dos condiciones. En la patología dual, ambos trastornos no sólo coexisten, sino que influyen mutuamente una a la otra, lo que agrava los síntomas y complica el proceso de recuperación.
Trastorno dual por consumo de sustancia: causas y características
La interacción entre la adicción y los trastornos mentales es tan compleja que recuerda a la clásica pregunta: “¿Qué fue primero, el huevo o la gallina?”. A veces, es difícil determinar si fue la adicción lo que desencadenó el trastorno mental o si el trastorno mental llevó a la adicción. Lo cierto es que ambas condiciones se retroalimentan continuamente. Dentro de las causas de la patología dual, existen diversos factores que interactúan de forma compleja, predisponiendo a una persona a desarrollar tanto un trastorno mental como una adicción:
- Factores genéticos: Diferentes investigaciones sugieren que tanto la predisposición a los trastornos mentales como a la adicción tiene una base genética común.
- Factores individuales: Baja autoestima, dificultad para manejar el estrés, deterioro en las habilidades sociales, etc.
- Modificaciones neuronales: El consumo de drogas altera la química y estructura del cerebro, lo que puede agravar o desencadenar trastornos mentales. Asimismo, el consumo repetido de sustancias también provoca cambios neuronales, desencadenando la adicción. Esta neuroadaptación contribuye al desarrollo de patología dual.
- Estrés crónico: El estrés prolongado tiene un efecto negativo en el cerebro, facilitando la aparición de trastornos mentales o trastornos por uso de sustancias.
- Factores ambientales o sociales: Exposiciones a entornos tóxicos, traumas, violencia, y otros, pueden aumentar la probabilidad de trastorno dual.
Por otro lado, las características de la patología dual son:
- Bidireccionalidad: Como ya hemos mencionado, una de las características más destacables de la patología dual es este ciclo de retroalimentación entre ambas condiciones.
- Alta prevalencia y gravedad: La patología dual es muy común en personas con adicciones, y quienes la padecen suelen tener un curso más grave de ambas condiciones.
- Tratamiento más complejo: Esta bidireccionalidad y gravedad hace que el tratamiento del trastorno dual sea más complejo.
Síntomas de la Patología o Trastorno Dual
Señales de alerta para identificar un trastorno dual
Identificar un trastorno dual puede llegar a ser complejo debido a la interacción y superposición de los síntomas entre el trastorno mental y el trastorno por consumo de sustancias. Para determinar si alguien presenta esta condición, es importante que sea evaluado por un profesional. Aunque no existen signos exclusivos de la patología dual, hay varias señales que podrían indicar la presencia de un trastorno dual, a pesar de que cada una de ellas puede aparecer también en los trastornos mentales o de adicción por separado.
- Cambios brutos en el estado de ánimo.
- Dificultad para gestionar el estrés sin recurrir a sustancias.
- Automedicación: Muchos pacientes con patología dual intentan aliviar sus síntomas consumiendo, lo que agrava su condición psicológica.
- Desregulación emocional: Incapacidad de gestionar emociones sin ayuda de drogas.
- Aislamiento social.
- Deterioro cognitivo: Dificultad para concentrarse, problemas de atención, mala toma de decisiones y problemas de memoria.
Relación entre adicción y trastornos mentales: cómo se manifiestan juntos
La relación entre la adicción y los trastornos mentales es muy compleja debida al solapamiento e interacción de los síntomas. La adicción puede provocar o empeorar problemas de salud mental, y en otros casos, el trastorno mental desencadenará la adicción. Por ejemplo, una persona que sufre de ansiedad puede recurrir al alcohol u otras drogas intentando reducir su malestar. Sin embargo, el consumo no solo empeorará los síntomas de la ansiedad, sino que puede generar nuevos problemas adicionales asociados a la dependencia y efectos secundarios, como alteraciones del estado de ánimo y deterioro cognitivo.
Las sustancias más relacionadas con la patología dual son: El cannabis, alcohol, cocaína y benzodiacepinas. En relación a esta última, que aunque son efectivas en el tratamiento de síntomas específicos, pueden volverse problemáticas cuando se usan de forma prolongada en el tiempo. Estos fármacos pueden provocar dependencia, contribuyendo negativamente al desarrollo de trastorno dual por consumo de sustancias.
Además, algunas sustancias tienen una relación directa con ciertos trastornos mentales. El consumo de alcohol se asocia con trastornos depresivos, mientras que el uso de estimulantes como la cocaína puede desencadenar en episodios psicóticos. En el caso del cannabis, existen estudios que los vinculan al empeoramiento o desencadenamiento de la esquizofrenia en personas que tienen predisposición genética.
Esta relación hace compleja la condición de la patología dual, y con ello la de su diagnóstico y tratamiento.
Tratamiento en Centros de Patología Dual
Métodos de diagnóstico en un centro de patología dual
La interacción entre los trastornos mentales y la adicción dificulta el diagnóstico, ya que los síntomas de una de las condiciones pueden enmascarar, intensificar o imitar los de la otra, lo que complica la identificación precisa de trastorno. Pero un diagnóstico correcto es esencial para guiar un tratamiento efectivo.
¿Cuál sería la forma adecuada para el diagnóstico del trastorno dual?: Es importante realizar una evaluación integral. Esta evaluación consiste en valorar todas las dimensiones del paciente, además de entender cómo interactúan los dos trastornos. Las guías clínicas respaldan este enfoque. Esto es muy importante, ya que abordar sólo una de las condiciones rara vez resulta efectivo.
Además, se debe realizar un diagnóstico diferencial, que nos permita discernir entre los síntomas de la adicción y el trastorno mental. Al realizar este diagnóstico se puede desarrollar un plan individualizado y adaptado al paciente, mejorando así las posibilidades de éxito en la recuperación del paciente.
Cómo funciona un centro de patología dual especializado
A partir de esta evaluación, en los centros de patología dual, se elabora un plan de intervención individualizado que contempla los síntomas de ambas condiciones, su interacción, características y circunstancias personales del paciente.
El tratamiento debe ser multidisciplinar y coordinado, contando con un equipo especializado en diferentes áreas. Es fundamental la participación de un médico para administrar tratamientos farmacológicos cuando sea necesario, así como profesionales psicólogos sanitarios. Además, otros profesionales, como trabajadores sociales, pueden aportar al proceso de integración social y laboral del paciente.
Este tratamiento, al igual que la evaluación, debe ser integral, abordando ambas condiciones de forma conjunta y teniendo en cuenta todas las áreas de la vida de la persona. Ese enfoque está respaldado por la evidencia científica, demostrando una mejora significativa de las personas que padecen de patología dual. Además, tiene una serie de beneficios como la reducción de recaídas, mejora del bienestar general y de la sintomatología, así como una mayor estabilidad emocional y social.
En conclusión, es muy importante que en estos centros se traten ambos trastornos de forma simultánea, con un enfoque integral que abarque todas las dimensiones del paciente. Este abordaje debe estar en manos de un equipo multidisciplinar especializado.
Si tienes sospechas de patología dual, ya sea en ti o en alguien cercano, no dudes en contactarnos para recibir ayuda profesional y especializada.
BIBLIOGRAFÍA
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