Mantener una convivencia con una persona adicta no es algo fácil. Su droga es lo primero antes que nada ni nadie, por lo que la familia o la pareja pasan a un segundo plano. La mayoría de las veces, se generan muchos conflictos previos al diagnóstico y la aceptación del adicto de su enfermedad. La situación puede llegar a ser insoportable, dependiendo de los años de consumo, de la sustancia… La familia o pareja, recibe de manera frontal el impacto de una adicción, son los primeros que sufren las consecuencias de las sustancias psicoactivas. “Las adicciones no se curan solas y las razones por las que se generan son múltiples e insospechadas». Lo primero que debe de saber la familia, es que se deben de poner en contacto con profesionales que sepan cómo tratar esa enfermedad de manera específica”, afirma el terapeuta del centro Tibbon, Ramón Bravo.
Pero no solo el paciente necesita de tratamiento, sino que los familiares juegan un papel muy importante en el proceso de recuperación. “Muchas de las personas que viven al lado de una que tiene adicción, representan la coadicción, que es la adicción al adicto”, añade la psicóloga asesora del centro, Cristina Valdivieso. Este trastorno es muy común que se presente en los familiares o en la pareja de un paciente.
La relación de codependencia
Así como el adicto se va condicionando por su necesidad de consumir sustancias psicoactivas y esto origina a una pérdida del control de su vida, el coadicto, va perdiendo también el control de su propia vida, pues comienza a tener una necesidad vital de control al adicto, convirtiéndose en un “adicto al adicto». El coadicto se caracteriza por vivir en continua preocupación, toda su vida se centra en rescatar, proteger o curar al paciente.
Además sufre ansiedad, tristeza, enojo, confusión y trastornos psicosomáticos entre otros síntomas, debido a la fuerte dependencia emocional. Esta “enfermedad”, debe de ser tratada de la misma manera que la adicción, deben de tener terapia tanto con psicólogos como con terapeutas para que les ayuden con objetivos claros. En Tibbon, los profesionales y colaboradores les enseñan a los familiares y a las parejas qué le pasa al paciente, por qué ha realizado ciertos actos cuando estaba consumiendo, qué es lo que le va a pasar al enfermo a partir del tratamiento y la última es cómo ayudar al adicto y sobretodo a sí mismo.
Ayuda
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Acerca del autor/a
Beatriz Cano Sánchez Psicóloga e integradora social Beatriz es Graduada en Psicología por la Universidad de Granada, además, complementando su formación, Beatriz también ha cursado estudios de Integración Social. Esta formación le ha dotado de las habilidades necesarias para promover la inclusión y promover el bienestar de personas en situaciones de vulnerabilidad. Actualmente, Beatriz se prepara para iniciar el Máster en Psicología General Sanitaria. Asimismo, Beatriz ha realizado diversos cursos complementarios que enriquecen su práctica profesional, entre estos destacan los enfocados al tratamiento y prevención del suicidio y el Trastorno Límite de la Personalidad.
