Estar enamorada de un drogadicto supone la pérdida del control propio, las ganas de ayudarle te consumen diariamente. Pero, la negación de la realidad por parte de tu ser querido y su abuso con las drogas no solamente le afecta a él o ella, sino que te involucra y repercute de manera directa.

La persona que mantiene una relación con un adicto suele ser la gran olvidada, sin embargo, es igualmente víctima de la adicción.

Enamorada de un drogadicto

El amor romántico nos ha enseñado a ser protectores de nuestros seres amados. Sin embargo, esa visión también puede hacernos responsables del malestar de nuestras parejas, lo que frecuentemente genera sentimientos de culpa y sobrecarga emocional excesiva que recae sobre nosotros mismos. Esto puede afectar a nuestro bienestar personal.

Muchas veces la pareja enamorada de un drogadicto tiende a culpabilizarse, con sentimientos como: “Por mi culpa no es feliz”, “no le/la puedo hacer feliz”, “no sé cómo hacer para que no sufra», «soy un novio/novia pésimo/a”.

Cuando la terrible enfermedad de la adicción afecta a una pareja, la persona enamorada de un drogadicto siente su vida resquebrajada y sin salida. Además de sufrir las innumerables consecuencias del consumo de drogas en la familia.

Los adictos tienden a tener comportamientos tóxicos y dañinos en sus relaciones de pareja, generando conflictos a partir de pequeños desacuerdos. A menudo, utilizan la manipulación, aprovechándose de los miedos de sus compañeros sentimentales y ejerciendo presión para conseguir lo que quieren.

La estabilidad emocional de los adictos es muy frágil, lo que les lleva a exagerar y magnificar situaciones. Esta inestabilidad emocional se generaliza en las parejas, que a menudo sienten que no le aman lo suficiente por quejarse o presionar a la persona adicta a cambiar tras discutir. Esto provoca un círculo vicioso de malestar y frustración en la relación.

Quizás, el testimonio de Vanessa sea el reflejo de lo que supone estar enamorada de un drogadicto: “El primer porro nos lo ofreció juntos un amigo y lo probamos los dos, pero él siguió consumiendo al principio me pareció que no alteraba para nada nuestra vida a pesar de que su consumo pasó a ser diario, luego a los pocos meses empezó con la cocaína. Nuestra vida se convirtió en un infierno rápidamente, en el ámbito de pareja teníamos muchísimos problemas por su adicción y la relación llegó a un punto imposible lleno de ira e infelicidad”.

1. La droga para el adicto se convierte en el centro de su vida.

La adicción transforma a las personas, la personalidad cambia, también lo hacen las prioridades, dejando de lado vuestra familia y su trabajo por poder consumir.

La droga es la protagonista en vuestra relación, el sufrimiento por ver como se viene abajo y todo lo que habéis construido se deteriora, te frustra.

Debes aceptar esta nueva realidad para poder participar en la rehabilitación de tu pareja.

enamorada de un drogadicto

2. ¿Un drogadicto puede amar?

Es común preguntarse si un adicto puede amar o establecer una relación de forma sana. Hay que tener en cuenta que las drogas alteran la química del cerebro, afectando a las emociones y al comportamiento, además de priorizar el consumo de drogas. Pero esto no significa que la persona no ame, sino que la adicción interfiere en lo que sienten y como lo expresan.

Incluso hay ocasiones en las que es el propio adicto quien decide alejarse, ¿por qué un adicto deja a su pareja?, la respuesta está directamente relacionada con la naturaleza de la adicción. Al tener esta enfermedad, su cerebro prioriza el consumo por encima de cualquier otra cosa, por lo que si tú, siendo esposa/o de un adicto/a e intentas alejarse del consumo, es probable que se alejen de ti, para proteger su adicción.

Asimismo, este comportamiento de un drogadicto con su pareja es una forma de evitar enfrentarse a las consecuencias de sus actos y de la enfermedad. En muchas ocasiones el adicto experimenta sentimiento de culpa y miedo por no saber cómo manejar los conflictos que surgen. Esto hace que se refuerce su tendencia a huir de la relación.

3. ¿Un drogadicto puede cambiar por amor?

El egocentrismo del drogadicto predomina en vuestra relación, su manera de relacionarse ya no es sana. 

La forma de comportamiento de un drogadicto con su pareja se debe a su baja autoestima y su creencia de que le abandonarán o le fallarán. Entonces, empiezan a aparecer los celos sobre relaciones presentes o incluso pasadas.

Además, los propios síntomas de la adicción se manifiestan como comportamientos problemáticos que afectan a la relación. Por ejemplo, los síntomas de un adicto a la cocaína incluyen paranoia, cambios de humor, irritabilidad, lo que puede generar conflictos frecuentes a nivel de pareja. Un adicto sin tratamiento no puede huir de estos síntomas influyentes en el comportamiento de un adicto hacia su pareja. 

Cuando nos planteamos la pregunta, ¿un drogadicto puede cambiar por amor?, es importante reconocer que aunque el amor puede ser un factor motivador, la adicción es una enfermedad compleja que va más allá de los sentimientos. El cambio sólo será posible si la persona adicta reconoce su problema y está dispuesta a buscar ayuda profesional. Sin un tratamiento adecuado, el amor por sí solo no puede resolver la adicción. 

Para conseguir un cambio, el adicto debe cambiar la manera de relacionarse.

4. Estar enamorada de un drogadicto genera codependencia.

La codependencia es un estado que se desarrolla en la familia o pareja de un adicto, en el cual el control hacia el adicto se vuelve obsesivo.

La persona enamorada de un drogadicto se siente responsable y se olvida de su propio bienestar, pasando a vivir por y para el cuidado del adicto.

La pareja sufre adicción al adicto. Las consecuencia de tener relaciones con un drogadicto o los comportamientos típicos de la pareja de un adicto/a son: Tratar de controlar el consumo, responsabilizarse del comportamiento irresponsable del adicto, tendencia a ocultar sus propios sentimientos por miedo a que estos den motivos al adicto a consumir y por último, carga emocional provoca por la pérdida de identidad propia.

Una parte crucial del proceso de sanar la codependencia es reconocer cuando es necesario establecer límites. Aquí surge la difícil pregunta: ¿cuándo es necesario alejarse de un adicto?. La codependencia puede hacer que esta decisión, alejarse de un drogadicto, sea casi imposible. No obstante, si nos están ocasionando daño emocional, físico o mental, es importante poner límites y priorizar tu bienestar. Separarse de un adicto no significa dejar de amarle, a veces la mejor forma de ayudar es separarse del adicto

Cuando el núcleo familiar está dañado, la codependencia puede superarse con terapias familiares en los tratamientos de adicciones.

5. No se puede controlar la adicción sin ayuda profesional.

La adicción es una enfermedad, lo que quiere decir que, se necesita ayuda profesional para superarla.

El cerebro de un adicto cambia debido a esta enfermedad, entrando en un círculo vicioso de mentiras, chantaje y abuso.

Para poder superar la adicción y reconstruir tu vida en pareja, es importante que el adicto reconozca que tiene un problema con las drogas y muestre su intención de cambiar o dejarlas. En muchas ocasiones el adicto es el último en reconocer su adicción.

El primer paso para poder ayudarle, es comprender que no te puedes responsabilizar e intentar controlar la vida de tu pareja.

Entonces, si soy esposa de un drogadicto, ¿qué debo hacer?. Es vital que busques apoyo tanto para ti como para tu pareja, buscar ayuda no es un acto de debilidad. La ayuda profesional os guiarán a ambos a salir de este infierno que es la adicción.

¿Qué ayuda proporciona Tibbon al adicto y sus familiares?

El centro Tibbon cuenta con una metodología de tratamiento de adicciones centrada tanto en el paciente como en sus familiares o pareja.

La implicación familiar es imprescindible para lograr la recuperación, por ello ofrecemos ayuda a las parejas enamoradas de un drogadicto y familiares de este, aportando herramientas que le ayuden a entender y participar en el proceso de recuperación del paciente.

“Cuando crees que todas las puertas hasta ahora se te han cerrado y decides llamar a la última, te encuentras más de lo que estabas buscando”. Terapias para familiares y parejas de Tibbon.

Puedes ponerte en contacto con nosotros en:

Bibliografía

Hostetler, C. M., & Ryabinin, A. E. (2012). Love and addiction: the devil is in the differences: a commentary on «the behavioral, anatomical and pharmacological parallels between social attachment, love and addiction». Psychopharmacology, 224(1), 27–32. https://doi.org/10.1007/s00213-012-2858-y

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Acerca del autor/a

Beatriz Cano Sánchez Psicóloga e integradora social Beatriz es Graduada en Psicología por la Universidad de Granada, además, complementando su formación, Beatriz también ha cursado estudios de Integración Social. Esta formación le ha dotado de las habilidades necesarias para promover la inclusión y promover el bienestar de personas en situaciones de vulnerabilidad. Actualmente, Beatriz se prepara para iniciar el Máster en Psicología General Sanitaria. Asimismo, Beatriz ha realizado diversos cursos complementarios que enriquecen su práctica profesional, entre estos destacan los enfocados al tratamiento y prevención del suicidio y el Trastorno Límite de la Personalidad.

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4 Comentarios

Amparito Maribel

Muy bueno

Oggunda Ofun

Muy buen contenido

Zenia

Estoy enamorada de un adicto tenemos un hijo. Pero esto ya se me salio de mis manos, siento que no puedo más.

Maribel Selguera Wilson

Muy bueno e interesante para el conocimiento de las familias y de las pesonas con problemas con uso de drogas

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