El concepto de drogas de diseño puede llevar a confusión ciertas veces. Aunque no es algo novedoso, éstas van evolucionando cada día y provocando aún más daño en el organismo. Son comúmente denominadas también como drogas de síntesis. En el artículo de hoy, os contamos lo que debéis saber de las drogas de diseño, qué tipos hay y el riesgo que conlleva el consumirlas.

Este tipo de drogas se define así debido a que son creadas y obtenidas a través de la modificación genética de sustancias naturales en laboratorios clandestinos. Se han creado una amplia gama de sustancias de este tipo. Por lo general, se han modificado con el objetivo de provocar un efecto estimulante mayor y de más impacto en la persona. A continuación, os contamos qué tipos de estas drogas son los más comunes.

 

Drogas de diseño: ejemplos

Cada día surgen nuevas variantes de estas drogas, su consumo es abusivo y su distribución, masiva y muy sencilla. Al tratarse de una alteración genética, se busca un vacío legal que permita su comercialización puesto que la fórmula química es diferente a las demás drogas que se consideran ilegales. Sin embargo, los efectos son los mismos o muy similares.

Dentro de la gran cantidad de variedades que se pueden encontrar, las más comunes y abusivas son las que te describimos a continuación.

 

Ketamina

Es una de las drogas de diseño actuales. Posee unas propiedades sedantes y anestésica, y debido a esto es utilizada sobre todo en medicina veterinaria. Tiene un efecto directo sobre el sistema nervioso central sin afectar al respiratorio o al circulatorio.

Los efectos de la ketamina se reducen a alucinaciones que dan una sensación de estar soñando sin que se vean alterados los sentidos. Una sobredosis de ketamina puede producir convulsiones, insuficiencia cardiorrespiratoria, hipertonía muscular, entre otras.

 

Éxtasis

Es uno de los nombres por el que se conoce al MDMA, una droga alterada genéticamente que proviene de la metanfetamina. Los efectos del éxtasis son a partir de la hora y progresivos, es decir, pueden ir en aumento a medida que pasa el tiempo y llegar a provocar graves daños en la persona. Afecta principalmente a los neurotransmisores que se encargan de la liberación de la serotonina, la cual tiene un papel importante en el estado de ánimo.

Uno de los principales y más graves consecuencias es que el éxtasis sube la temperatura corporal, es decir, se produce un golpe de calor. Si se combina con un ambiente muy cálido y cerrado, el nivel que se alcanza puede ser letal.

El hígado y el corazón son los órganos que más se ven afectados si el consumo es continuado. Se elevan también las posibilidades de sufrir paranoias, ataques de pánico y depresiones.

 

GHB (Éxtasis líquido)

Es una droga que nada tiene que ver con el MDMA (aunque su nombre parezca una variante), ya que el GHB (ácido gamma-hidroxibutírico) es un elemento natural que se encuentra en el sistema nervioso central de los mamíferos, incluidos los seres humanos. Se ha utilizado como fármaco para superar la adicción al alcohol, como anestésico y para controlar la narcolepsia.

Se trata de una droga depresora, pues sus efectos son relajantes, sedantes y placenteros. En muchas ocasiones una sobredosis de esta sustancia puede producir un coma temporal, ya que se produce una parada cardiorrespiratoria.

Es prácticamente indetectable, ya que es inoloro e incoloro. Se debe tener precaución si se frecuentan bares donde es muy fácil ingerir esta droga a través del consumo de bebidas sin darse cuenta. A largo plazo, las lesiones son fundamentalmente cerebrales.

Estas son algunas de los tipos de drogas creadas a partir de alteraciones genéticas. Ten en cuenta que, además de las complicaciones que traen de por sí por ser adicciones, se le suma el riesgo de efectos aumentados por la modificación genética.

Si después de leer este artículo quieres preguntarnos algo, no dudes en contactar con Tibbon, centro de desintoxicación en Granada, te aclararemos cualquier aspecto relacionado con los problemas derivados de las drogas.

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Acerca del autor/a

Beatriz Cano Sánchez Psicóloga e integradora social Beatriz es Graduada en Psicología por la Universidad de Granada, además, complementando su formación, Beatriz también ha cursado estudios de Integración Social. Esta formación le ha dotado de las habilidades necesarias para promover la inclusión y promover el bienestar de personas en situaciones de vulnerabilidad. Actualmente, Beatriz se prepara para iniciar el Máster en Psicología General Sanitaria. Asimismo, Beatriz ha realizado diversos cursos complementarios que enriquecen su práctica profesional, entre estos destacan los enfocados al tratamiento y prevención del suicidio y el Trastorno Límite de la Personalidad.

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