La ludopatía es una de las adicciones más comunes que se pueden encontrar y que afecta a cualquier tipo de persona, independientemente de su edad, sexo, nivel de estudios, etc. Se trata de una enfermedad psicológica que provoca a la persona la necesidad vivir experiencias con el juego. Estos impulsos son incontrolables, y afecta a todo el entorno que rodea a la persona adicta. Puede tener consecuencias muy negativas y desencadenar en otros problemas tanto personales como físicos. Por lo general, los ludópatas no reconocen que sufren esta enfermedad, por lo que es necesario intentar ayudarles en todo posible para que den el primer paso a la recuperación: aceptar su condición de adicto. Es por ello que en este artículo te explicamos cómo ayudar a un ludópata que no lo reconoce, qué puedes hacer tú si es un familiar o un amigo quien lo sufre.
¿Qué es la ludopatía?
Hace apenas 50 años la ludopatía no se consideraba una enfermedad mental, sino que se relacionaba con un simple mal estilo de vida. Era un problema socialmente no aceptado en el que no se trataba a la persona adicta al juego de ninguna forma. Sin embargo, en el año 1980 la Sociedad Americana de Psicología (APA) lo definió como un problema psicológico por primera vez en la historia.
Los diferentes estudios científicos relacionados con esta enfermedad, confirman que el juego patológico tiene una reacción química similar a las drogas. Se ha comprobado que bajo unas ciertas condiciones ambientales, una recompensa en metálico procedente del juego puede provocar una activación de la actividad cerebral similar a la que provoca la cocaína.
En lo que a España se refiere, el número de este tipo de juegos online ha incrementado, ya que los costes de manteniento se reducen considerablemente si es un espacio online. Los casinos y las casas de apuestas tienen una gran influencia en Internet, llegando a darse esta enfermedad en más de medio millón de personas.
Características de un ludópata
Una persona adicta al juego reúne ciertas características que conforman un perfil muy común. Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (tercera edición) de la APA, afirma que esta enfermedad provoca estas situaciones en la persona:
- Comienza a tener más pensamientos acerca de las experiencias de juego, los cuales pueden ser pasados, presentes o futuros. Es la primera fase de cualquier adicción, pensar con más frecuencia en volver a experimentar esa sensación de “placer”.
- Comienza a necesitar más, es decir, desarrolla cierta tolerancia tanto al tiempo dedicado al juego como a la cantidad jugada. Necesita apuestas mayores para mejorar su experiencia.
- El adicto sufre una etapa de abstinencia, en la que experimenta inquietud o irritabilidad relacionadas con el intento de reducir (o dejar directamente) el juego.
- El jugar y/o apostar comienza a convertirse en una forma de evasión de otros problemas personales, además de encontrar consuelo o mejorar su estado de ánimo.
- Ante las pérdidas sufridas (generalmente de dinero), el ludópata intenta recuperar lo que se ha jugado con más juegos y apuestas.
- Las mentiras y manipulaciones se vuelven parte de su rutina, sobre todo en su entorno familiar. Es importante tener precaución si la persona enferma se encuentra en tratamiento, pues intentará lo que sea para volver al juego.
- Si no se tratado con éxito la enfermedad, el ludópata pierde el control sobre sus impulsos, y no es capaz de reducir por sí solo la frecuencia de juego.
- Llegados a este punto, la adicción puede ser tal que la persona enferma cometa actos ilegales para obtener dinero para el juego o recuperar lo que ha perdido.
- Comienza a arriesgar relaciones personales importantes para ella, como puede ser la pareja, los amigos, los familiares, el empleo, etc.
- Además de actos ilegales, utiliza otros recursos para obtener dinero como pueden ser familiares, amigos y demás conocidos personales.
¿Qué hacer para ayudar a un ludópata?
Es importante dejar claro que este tipo de enfermedad necesita de un tratamiento, al igual que ocurre con cualquier tipo de droga. Se trata de una adicción que, si bien no afecta deteriorando en estado físico de la persona directamente, puede traer consigo muchas consecuencias negativas, sobre todo a nivel personal.
Si crees que un ser querido puede ser un ludópata, te recomendamos los siguientes pasos para conseguir que el adicto acepte un tratamiento para superar la adicción:
- Presta atención a los cambios: su rutina se habrá visto alterada por la frecuencia del juego. Los adictos suelen presentar cambios de humor, pérdida de interés de su propia imagen, nerviosismo, irritabilidad, etc. Por esto, es importante que puedas darte cuenta en qué ha podido cambiar.
- Haz uso de tu empatía: como decíamos anteriormente, se trata de una enfermedad, de una adicción que requiere de tratamiento para superarla. No se trata de personas débiles, sin personalidad y con otros problemas personales, como la gente suele pensar.
- Intenta una conversación sin juzgar: el primer paso es hacerle comprender que tiene un problema. Cuando lo asuma, habrá avanzado considerablemente. Es imprescindible que además le demuestres tu apoyo, y que estás dispuesto a ayudarle en su recuperación.
- Plantearse un objetivo: definir una meta siempre es una forma de alejar los pensamientos de esa adicción, la cual puede estar relacionada con los estudios, el empleo, el ejercicio físico, etc. La motivación en este sentido es muy importante.
- Acudir a un centro especializado: como toda adicción, existen momentos en los que el paciente no puede superarla por sí solo, ni por la ayuda de sus seres queridos. En este momento es cuando es conveniente acudir a un centro especializado en tratamientos de adicciones.
Esperamos haberte ayudado con estos consejos. Y si después de aplicarlos, no has podido ayudarle, ponte en contacto con un centro de adicciones. Es importante tratar la adicción lo antes posible, evitando así ciertas consecuencias muy negativas que pueden incluso incrementar sus necesidades de juego.
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Acerca del autor/a
Beatriz Cano Sánchez Psicóloga e integradora social Beatriz es Graduada en Psicología por la Universidad de Granada, además, complementando su formación, Beatriz también ha cursado estudios de Integración Social. Esta formación le ha dotado de las habilidades necesarias para promover la inclusión y promover el bienestar de personas en situaciones de vulnerabilidad. Actualmente, Beatriz se prepara para iniciar el Máster en Psicología General Sanitaria. Asimismo, Beatriz ha realizado diversos cursos complementarios que enriquecen su práctica profesional, entre estos destacan los enfocados al tratamiento y prevención del suicidio y el Trastorno Límite de la Personalidad.